Ana Quievac
Cuando yo era pequeña soñé curar a niños, pero después mi vida cambio porque de grande empecé a atender a embarazadas y partos, mi vida cambio por ser comadrona es una gran responsabilidad, de ser madres de muchas mujeres a veces se me olvida de mi misma y de mi familia, aunque estoy enferma no le doy importancia y me ponga a pensar en la mujer embarazadas , me comprometí ser comadrona es muy valioso para mi ayudar a las mujeres, la vida de comadrona es aguantar hambre, sed, sol, lluvia y cansancio me gusta mi trabajo orientando y cuidando a las madres durante su embarazo hasta que tenga su bebe, luego cuidar al recién nacido.
Participo en las capacitaciones de Rxiin Tnamet, me siento contenta porque aprendo mucho sobre la salud de la mujer y el niño y pongo a practicar con mis pacientes, compartimos experiencias con mis compañeras. Yo curo a muchas mujeres y niños con plantas medicinales y en capacitaciones obtengo más conocimiento sobre mi trabajo de comadronas. Los temas que se compartan se entiende bien porque es en nuestro idioma, no fui en la escuela no se leer ni escribir, refiero a las embarazadas en la clínica se sienten bien porque son bien tendidas por las personas que trabajan.
Antes se enfermaban muchos niños y mujeres y las familias eran muy grandes ahora ha mejorada la situación estoy dispuesta seguir trabajando, me gusta estar con ellas me siento madre de muchas mujeres y abuela de muchos niños. Las mujeres madres necesitan más consejos sobre la salud, aunque no estén embarazadas hay que atenderlas, les doy tratamiento con plantas a veces se curan, pero a veces no.